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No deja de sorprendernos la actitud que ha tomado el alcalde de Sant Joan ante nuestra solicitud pública de convocar una reunión de PYCSA, tras meses y meses de peticiones ignoradas. Aun así, ante su falta de diligencia, ha intentado poner el foco en nuestro portavoz, Llorenç Román.
En primer lugar, nos alegra que Albero haya reaccionado tan rápidamente ante nuestra petición y haya aprovechado para presentar los presupuestos de la empresa pública, cosa que demuestra lo sencillo que es cumplir con sus obligaciones. Pero no deja de ser contradictorio que se haga bajo la excusa de que el concejal de Hacienda presente los suyos, cuando los presupuestos municipales no pueden aprobarse sin tener primero los de PYCSA.
Los presupuestos de la entidad debían haber sido aprobados por el Consejo el 15 de octubre, sin embargo, han tenido que pasar tres meses para presentarlos, provocando así un retraso que ha generando que los municipales estén aun sin aprobar. Pero lejos de tener un papel acorde ante esta situación, parece que es preferible dedicarse a echar balones fuera y eludir responsabilidades.
No hace falta recordar quién lleva pidiendo que se reúna el Consell de PYCSA para tratar este tipo de cuestiones y quién lleva meses esquivándonos. Compromís siempre ha mostrado interés en salir de la parálisis en la que estaba sumida PYCSA y en denunciar el incumplimiento sistemático de los acuerdos del Consejo debido al abandono y desinterés de su presidente, Jaime Albero, a quien le parece más conveniente desviar la atención que responsabilizarse de sus funciones.
El cúmulo de ocurrencias continuadas al que estamos acostumbrados no nos está llevando a buen puerto, porque protagonizar titulares no cambia la realidad. En 2016, Jaime afirmaba que la empresa iba a tener pérdidas mínimas. Ahora incluso asegura que la empresa municipal prevé beneficios en 2017 cuando conoce que las pérdidas ascienden a más de 128.000€, según los datos presentados esta semana y que ponen en duda sus afirmaciones.
Llorenç Román ya había informado de estas previsiones poniendo en evidencia la necesidad de actuar para frenar esta situación. Sin embargo, nuestro alcalde ha preferido abrir la veda a confrontaciones en vez de asumir responsabilidades. Por nuestra parte, vemos más urgente dedicar esfuerzos a tomar medidas respecto de los responsables y el funcionamiento de la empresa municipal para apostar por la supervivencia de la misma. Centrémonos.
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