Triste jornada la que vivió nuestro pueblo el pasado día 28 de septiembre a raíz del último pleno. Lamentablemente tuvimos que ver como de una tacada nos quedamos sin presupuestos para el año en curso y se rompió el delicado equilibrio que había estado dando una frágil gobernabilidad apoyada en un cuatripartido casi siempre mal avenido. Lo peor de todo, es que esto ha venido de la mano de un bloque conformado por la oposición conservadora, un Compromís, que a tenor de la línea de ruptura que viene siguiendo en gobiernos de diversas poblaciones de nuestra Comunitat parece instalado ya en modo “precampaña 2.019”, y lo más deleznable de nuestro sistema democrático, un siempre interesado tránsfuga, cuya postura seguro hubiese sido otra de haber cedido el Alcalde a sus peticiones de sueldo hace pocos meses.
Estos sin duda, no eran los presupuestos que hubiésemos querido para Sant Joan por diversas razones. La primera y principal el escandaloso retraso de casi un año en su presentación, debido a las permanentes desavenencias internas y nula capacidad de diálogo de los miembros del equipo de gobierno, que los convertía casi en un mero trámite y papel mojado al estar ya ejecutados en su mayor parte. No obstante, poder acabar el último trimestre de año con unos presupuestos aprobados hubiese servido para al menos salvar algunas inversiones y subvenciones que ahora se perderán.
A pesar del poco tiempo con que se nos remitió el borrador de presupuestos que se llevó a pleno, nuestro grupo trabajó en diversas enmiendas por valor de más de 100.000€, que incluían partidas para acciones tan necesarias como el asfaltado del parking de la calle Maigmona, sala de estudio de 24 horas en nuestra biblioteca municipal, lanzadera de empleo, o becas de inglés para hijos de padres con bajos recursos. No obstante, éramos conscientes de que la presentación de estas enmiendas, en caso de ser aprobadas, hubiese retrasado nuevamente la presentación del presupuesto, llevándonos casi hasta fin de año.
Para nuestro grupo, la consecuencia más grave de que no saliese adelante el presupuesto de 2.017, fue que el mismo incluía una partida de 87.000€ destinada a ayudar a nuestros vecinos más necesitados con el pago de sus recibos del IBI.
Como muchos recordarán, y ahora que estamos en el período de pago voluntario de este impuesto mucho más, esta ayuda consistía en una aportación de entre 100 y 150€ para colectivos vulnerables (familias con dependientes a su cargo, víctimas de violencia machista u hogares con bajos ingresos), y fue posible gracias a una moción que nuestro grupo llevó a pleno ya en el mes de enero con vistas a que pudiese ser aprovechada este mismo año. Esperamos que los que han imposibilitado que esto sea una realidad ya este año se lo expliquen a sus potenciales beneficiarios.
Ante el nuevo panorama que se presenta para los más de 20 meses de legislatura que quedan por delante con un tripartito en franca minoría, desde nuestro grupo conminamos a todas las fuerzas políticas que conforman nuestro consistorio a trabajar lo más duramente, y a dialogar hasta la extenuación desde hoy mismo para la confección del presupuesto del próximo año 2.018. Es imprescindible romper con la inercia que arrastramos durante los últimos años de empezar siempre el ejercicio sin la importante hoja de ruta para la gestión municipal que suponen unos presupuestos aprobados en tiempo y forma.
Desde Ciudadanos seguiremos ejerciendo como hemos hecho hasta ahora una oposición firme y fiscalizadora de la gestión del equipo de gobierno como es nuestra obligación, pero siempre leal, respetuosa, propositiva, y tendiendo la mano a todo aquel que quiera trabajar por el bien de nuestros vecinos.