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Hace casi 3 años, la gente dijo basta a la corrupción, a la mala gestión y a la culpabilización del ciudadano de a pie. La sociedad transformó aquel “hemos vivido por encima de nuestras posibilidades” en un empoderador “nos han robado por encima de nuestras posibilidades y queremos un cambio”. Este sentido común lo impusieron los valencianos y valencianas con su voto y la voluntad firme de construir una sociedad mejor. Esta conciencia social ha sido, es y será el único motor que mantenga estas políticas dirigidas a solventar problemas.
Con el Botànic se ha pasado del Caso Blasco (desvío de fondos de cooperación) a tener una Ley de Cooperación que refuerza la transparencia para prevenir la corrupción. Se ha eliminado el copago y los recortes en dependencia y educación se han sustituido por una priorización absoluta de estas áreas. Bien es cierto que hay mucho camino que recorrer, pues reparar todo lo destruido llevará años.
El desmantelamiento de la educación y la sanidad públicas, el boicot a la ley de dependencia y a las ayudas a personas sin recursos, el ninguneo a las víctimas del accidente de metro, la manipulación de los medios de comunicación públicos (RIP Canal9) y la corrupción como mecanismo para mantenerse en el poder no es más que la realización de la idea de una sociedad asalvajada donde reina la ley del más fuerte (los que más dinero tienen, más acumulan y mejor ejercen su poder económico sobre los demás), y donde valores como la solidaridad, la cooperación, la democracia y el respeto al territorio y a la dignidad de las personas quedaron absolutamente desterradas. La sociedad necesitaba reencontrarse con esos valores que han sido expulsados de ámbitos como el de la economía para poder reconstruir y reparar, y es en eso en lo que se está trabajando desde la Generalitat.
En Sant Joan, la Conselleria de Educación ha concedido la financiación para renovar el IES García Berlanga y el colegio Lo Romero, poniendo en el centro de sus políticas la dignidad de quienes estudian en la escuela pública. Desde el ámbito local, los concejales de Compromís seguimos esta máxima, construyendo, aportando en positivo, pero también procurando que el gobierno no descarrile hacia prácticas antidemocráticas, la manipulación o la irresponsabilidad. Ejemplo de nuestro compromiso con el ciudadano son las propuestas presentadas encaminadas a conseguir un modelo abierto y corresponsable de la empresa municipal PyCSA; la propuesta para que se mejore la Av. Miguel Hernández; la que emplaza a aprobar las ordenanzas de bienestar animal y residuos, paralizadas desde septiembre y que contribuirían a luchar contra la suciedad en las calles; o la que propone al gobierno actual que firme el Código de Buen Gobierno para que abandone la propaganda partidista pagada con dinero público. En el último pleno, sin ir más lejos, de las 5 propuestas presentadas, todas fueron aprobadas.
Los concejales de Compromís tenemos claro que estamos para construir y trabajar en solventar los problemas de nuestros vecinos y vecinas; para cambiar, no a los políticos ni las siglas, sino la propia política hacia esos valores de cooperación, proximidad, democracia, transparencia y solidaridad. Seguiremos avanzando en esta línea de impulso a políticas progresistas y transformadoras del municipio, porque es necesario un proyecto de futuro para Sant Joan, pero también hace falta valentía e iniciativa política para liderarlo.
Sergio Agueitos
