Siempre pensé que el deporte era algo que las personas practican sobre todo para pasarlo bien y que era una actividad que nos divierte a pesar del esfuerzo que supone. Practicar fútbol como cualquier otra actividad física hace que nos sintamos mejor, sanos y vitales. Previene la obesidad y el sobrepeso. Incluso cuando hacemos deporte estamos después más relajados y descargamos estrés, pudiendo dormir mejor. En el caso de nuestros hijos sirve además para que sean conscientes del valor de esforzarse y entrenar para conseguir objetivos, aparte de que contribuye a la socialización. Además aumenta la autoestima y libera endorfinas. Y lo más importante, sirve para prevenir el dedicarle demasiado tiempo a otro tipo de actividades más sedentarias. Por ello a muchos padres y madres como yo, nos pareció muy buena idea que nuestros hijos practicaran fútbol con el Mutxamel en el Campo Municipal de “Los Olmos”. Pero esta temporada las cosas no marchan bien. Cierto es que el campo y la pista de atletismo necesitaban urgentemente una reparación. Pero probablemente con los días que hay en el año seguro que hubiera habido otras fechas que no hubieran perjudicado tanto al equipo. La falta de coordinación por parte de quienes están implicados en este tema desde que empezaron las obras ha sido tremenda. La temporada empezó con normalidad, pero a mediados de noviembre (si no recuerdo mal el 14, lunes) dejamos de poder utilizar el campo de fútbol. Una vez empezada la temporada, empiezan las obras. La información a las familias no llegaba, o mejor dicho, llegó tarde. Si hubiera sido lo suficientemente pronto nos hubiéramos podido planificar de otra manera. Quizás algunos hubieran ido a otros clubes o hubieran permanecido en el Mutxamel, pero siendo conscientes de las circunstancias. Después de varias semanas de competición por fin el club nos reúne en el mes de enero y nos da una serie de explicaciones que tampoco nos convencen demasiado. Y lo más curioso es que el coordinador del club nos explica que cuando a él se le preguntó en qué fechas perjudicaría menos el inicio de las obras, ofrece varias (verano, parón de Navidad, …) y luego se hace caso omiso desde quién corresponde de las sugerencias. Desde la fecha en que dejamos de utilizar las instalaciones todos los partidos de la ida los jugamos como visitantes, incluyendo este año desplazamientos más largos de lo habitual. Visto que nadie nos daba una información convincente, convocamos una concentración en la puerta del Ayuntamiento coincidiendo con la realización de un pleno. Y habiendo pasado por nuestro lado el alcalde, la única persona que nos facilita una información detallada de la situación actual es Lluís Pastor, concejal de Compromís, aunque también intercambiamos algunas palabras con el Concejal de Educación y la concejal Loreto Martínez del PSOE. Tras la concentración, parte de los padres y madres allí convocados asistimos al pleno en el que las explicaciones tampoco fueron satisfactorias. Además de todos los inconvenientes que estamos teniendo las familias por no tener el campo a nuestra disposición, los entrenadores están teniendo serios problemas para realizar su labor: – Están entrenando en un campo de fútbol sala alrededor de 25 niños, teniendo que hacer magia para poder llevar a cabo un entrenamiento medianamente productivo. – Futbolísticamente hablando, los entrenamientos no son reales ya que no se realizan sobre una superficie con las dimensiones y el tipo de terreno de fútbol 8 ó de fútbol 11, lo cual también repercute considerablemente en el nivel de los jugadores a la hora de jugar sus partidos. – A nivel anímico, los días van pasando y cada vez están más desanimados. Es un verdadero desajuste tener que entrenar todos apiñados en una pista, incluso en ocasiones 2 equipos a la vez. – Mención aparte merece el capítulo de las lesiones producidas por el tipo de superficie en el que entrenan. A fecha de hoy el campo ya está en perfecto estado para su utilización. Pero cuando estas obras ya habían finalizado, hasta algunas semanas después no comienzan con las de la pista. Se nos dice que por motivos de seguridad no nos dejan acceder. Y aunque parece ser que tras la Semana Santa íbamos a volver a disfrutar del terreno de juego ya en condiciones, tenemos serias dudas de que vayamos a volver esta temporada dado el ritmo pausado en que se están desarrollando las obras en la pista. Las obras de palacio van despacio y las del Campo de Fútbol Los Olmos y la pista de atletismo que le rodea parece ser que también. Así que demos gracias a que estamos en la edad contemporánea. Porque en la época de las catedrales quizás durarían años.
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