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Con anterioridad a 2016 los hallazgos producidos en Sant Joan fueron de forma casual. Las únicas 2 memorias que se encontraban en la biblioteca nos cuentan que durante la fase de excavación de dos viviendas (en Benimagrell y en la C/ Del Carmen) aparecieron restos óseos (cráneos humanos), se optó por llamar a la G. Civil y al forense quienes determinaron que los restos eran antiguos y, posteriormente, se realizaron los estudios arqueológicos. (perdiéndose gran parte de la información).
En noviembre de 2016 se paralizaron las obras del concesionario situado en la Avd. de Benidorm (en la N-332) tras la aparición de restos arqueológicos. La Concejalía de Cultura contactó con Consellería y ésta determinó que debían realizarse los pertinentes estudios y protegió el resto de la parcela.
A pesar del daño, esto sirvió para establecer un punto de partida de la Arqueología en Sant Joan y pudimos determinar, gracias a los restos recuperados, que posiblemente nos encontrábamos en la “Pars rustica” (zona destinada a la producción) de una villa romana, quedando cerca de ella, y sin descubrir todavía, la “Pars urbana” (la zona residencial donde vivía el dueño de la villa y su familia) en esta zona es donde suelen aparecer los mosaicos, el atrio con columnas, la cisterna, las habitaciones, la biblioteca etc.
En la actualidad se han incrementado las intervenciones con supervisión arqueológica. Podemos destacar que aquellas que han contado con nuestra dirección han sido todas positivas, habiendo podido documentar numerosos restos arqueológicos, ya fueran romanos (Bajoimperiales), medievales (islámicos y cristianos), de Época Moderna y Contemporánea.
Nuestra obligación como arqueólogos es estudiar los informes y memorias previos para poder anticiparnos a la aparición de posibles restos arqueológicos y así poder aconsejar de manera apropiada a promotores y arquitectos sobre la metodología más adecuada y adaptada a las características de cada obra para que éstas no sufran ni retrasos ni paralizaciones.
Con anterioridad a las excavaciones debemos documentar el lugar y aquellos elementos que cuenten con un valor histórico y etnológico.
La difusión de los hallazgos es una labor fundamental de los arqueólogos, puesto que el acceso a la cultura y al conocimiento constituyen un derecho de todas y todos los ciudadanos y, además, noticias en prensa como la aparición de “Juana” la primera santjoanera, promovieron que varios vecinos de la localidad nos relatasen la aparición de más restos óseos, al menos 6 individuos, en un área muy próxima. Esta información, junto con la que disponemos en las fuentes escritas, pondrían de manifiesto la existencia de un área de necrópolis romana bajoimperial en las inmediaciones de la Plaza de España y en la calle del Mar.
Es sólo cuestión de tiempo que estructuras, necrópolis de diversas épocas y piezas arqueológicas de gran relevancia histórica emerjan en Sant Joan. Los dirigentes políticos y la Admón. pública local deben ser conscientes de la necesidad de abordar la cuestión de manera profesional, con un personal cualificado y especializado que trabaje con una reglamentación que adapte la Ley de Patrimonio Cultural Valenciano a las especificidades de Sant Joan. Sólo así garantizaremos la correcta investigación, conservación y puesta en valor de nuestra historia y patrimonio, preservándolo para las generaciones presentes y futuras.
