miércoles , 30 abril 2025

Sant Joan, 1500 años de guerras y ritos paganos

Los estudios arqueológicos llevados a cabo en la parcela situada entre la calle Mosén Pedro Mena y San José, en Sant Joan d´Alacant, han concluido con unos resultados extraordinarios.

Acanto Home, promotora de la urbanización La Paz, confió los trabajos arqueológicos al equipo técnico conformado por los arqueólogos, Alejandro Gomis y Humberto García de la empresa Arqueo Inventario S.L., que han podido documentar, mediante una metodología novedosa hasta la fecha en la localidad, más de 1.500 años de historia de Sant Joan.

Es la primera vez que se ha podido realizar un estudio histórico-arqueológico integral, anticipándose al derribo de las viviendas, permitiendo recuperar numerosa documentación de gran relevancia histórica que fue depositada en el Archivo Municipal de Sant Joan d´Alacant, además de un proyectil anticarro de la Guerra Civil.

Los trabajos, que continuaron con el derribo de las viviendas, permitieron documentar técnicas constructivas tradicionales como, por ejemplo, la presencia de cámaras entre paredes con cáscaras de almendra que eran utilizadas como aislante térmico y acústico ecológico, o el denominado “cielo raso de cañizo”, utilizado para la realización de falsos techos construidos mediante un entramado de cañas naturales.

Además, utilizados como relleno en los muros de las viviendas fueron recuperados objetos como: cubiertos de bronce del S. XIX, bebederos/comederos de piedra y una bola de cañón perteneciente a la Guerra de Independencia, la primera prueba arqueológica que ratifica, según las Crónicas de la Villa de Sant Joan, que fue duramente castigada por las tropas napoleónicas al no poder tomar Alicante con la destrucción de decenas de viviendas y una treintena de vecinos fusilados. También cabe destacar la aparición de una viga de madera, que se encontraba embutida en los edificios derribados, tallada con el perfil de un cocodrilo o barracuda y que todavía conserva partes pigmentadas en rojo y verde. (foto de la viga y la bala de cañón).

En cuanto a la intervención arqueológica, ésta ha sido la primera vez que se han realizado sondeos arqueológicos mecánicos en Sant Joan d´Alacant. Esta metodología permite delimitar con mayor precisión la posible presencia de restos arqueológicos además de un profuso estudio de la estratigrafía que supone un ahorro económico muy importante para el promotor, evitando paralizaciones de obra. (Foto de los sondeos)

Ahora sabemos que Sant Joan cuenta principalmente con 3 fases de ocupación claramente diferenciadas. Una primera, que abarcaría desde la actualidad hasta la construcción del Pantano de Tibi, donde el estrato de tierra, de aproximadamente 50-60 cm, destaca por su baja compactación y abundante material cerámico. Una segunda fase, la tierra se caracteriza por una alta sedimentación, más de 2,5 m de limo muy oscuro y compacto en la que se aprecia algún elemento medieval islámico. La tercera, y última fase, se caracteriza por una tierra arcillosa de color amarillento, en la que se ha podido documentar la presencia de numerosos restos tardorromanos.

En cuanto a los resultados, la excavación llevada a cabo en las viviendas nº 21 y 23 de la calle San José, permitió documentar un suelo de adobes de 40 x 40 cm, propio del periodo de posguerra, un pavimento de baldosas hidráulicas de finales de S. XIX, varios aljibes en forma de botella, una cuadra y una estancia destinada al almacenamiento repleta de vasijas, ollas y cantarellas datadas en torno al S. XVII – XVIII junto con una moneda de bronce de Fernando VII y numerosas piletas de piedra. (Foto cantarella). Todo ello evidencia la existencia de varias fases sucesivas de ocupación que se inició entre los S. XVII y XVIII con una casa de gran porte/señorial.

Aunque Todos los hallazgos han sido muy importantes, sin duda, en los sondeos realizados en la calle Mosén Pedro Mena se produjeron los más significativos. A 3 m de profundidad, encontramos un nivel de ocupación en el que se apreciaban una serie de manchas circulares de 1 m de diámetro de color grisáceo, uniformemente distribuidas, con una separación entre ellas de aproximadamente 7 m. Este hecho fue interpretado como una zona de carácter agrario, muy posiblemente árboles de copa ancha, posiblemente algún tipo de frutal u olivos.

Sin embargo, en uno de los márgenes de la parcela, fueron descubiertas dos fosas. La primera de ellas, de forma ovalada y orientada este-oeste, medía aproximadamente 2,5 m de longitud y en la se encontró depositada dos ánforas fragmentadas, prácticamente completas, procedentes de Ibiza y el norte de África y que se encontraban destinadas al almacenamiento de vino y aceite. Tras su estudio, las ánforas pudieron ser datadas en torno al S. VI d.C.

A escasos metros fue descubierta la segunda fosa. Ésta, de forma semicircular, medía 1, 16 x 0,98 m de diámetro y también en ella fueron hallados gran cantidad de objetos depositados de forma intencionada: una cazuela de barro, jarritas, cuencos, fragmentos de ánforas, una piedra de afilar y la hoja de un cuchillo, todos ellos amortizados.

La colocación y fragmentación, de forma intencionada, de los objetos, además de la aparición de otros elementos como una ficha de juego, un astrágalo y varios huesos de cordero, nos permiten interpretar que ambas fosas formarían parte de un ritual relacionado con la obtención de buenas cosechas o la petición de lluvias.

En cuanto al rito, el cordero debía ser conducido hasta el ara sacrificial sin que se alterase, ya que, el hecho podía ser considerado como señal de mal augurio. Una vez ante el sacerdote, se vertía sobre su cabeza vino y “mola salsus” una especie de gacha que se realizaba a base de mezclar harina, sal y agua. La muerte debía de ser rápida y limpia, los órganos internos eran ofrecidos a los dioses, momento que servía para adivinar el futuro a través del estudio de las entrañas del animal, y la carne consumida por los asistentes al sacrificio.

Lo extraordinario y singular del hecho, además de ser los primeros restos tardorromanos documentados en una excavación arqueológica en Sant Joan d´Alacant, es que nos encontraríamos ante la pervivencia de un rito pagano en un contexto cristiano, lo que nos indicaría que el cristianismo asumiría como propios, mediante un proceso de sincretismo, muchos de los rituales paganos.

Este notable hallazgo atestigua un hecho puntual de gran relevancia histórico-arqueológico, pero también pone de manifiesto un poblamiento de forma continuada en Sant Joan d´Alacant, al menos desde el S. VI d.C. en la localidad, lo que presupone la existencia de numerosos e importantes vestigios arqueológicos todavía por descubrir. En futuras intervenciones y ante los indicios que tenemos estamos seguros de bajar la cronología de ocupación de Sant joan en torno a 500 o 600 años más.

Desde Arqueo Inventario, de nuevo queremos dar las gracias a la empresa Acanto Home por la confianza depositada y creemos necesario difundir que la Arqueología no es la causante de la paralización de obras. Hoy en día, siguiendo una metodología adecuada, y siendo los primeros en intervenir, el trabajo del arqueólogo consiste en documentar, interpretar y recuperar los posibles restos para ponerlos en disposición y conocimiento de la ciudadanía.

Nos gustaría realizar una mención especial al “Plan de Actuación y Reglamento de las áreas arqueológicas, etnológicas y paleontológicas del término municipal de Sant Joan d’ Alacant” como medio para dotar a Sant Joan d´Alacant de las herramientas necesarias, a través de un marco normativo, que garantice la máxima protección y conservación de todo su patrimonio cultural, el cual esperamos que se apruebe de forma unánime por parte de los representantes políticos de la localidad.

La memoria arqueológica se depositará en el Archivo Municipal y la Biblioteca de Sant Joan d´Alacant para su consulta pública.

Fotografías: 

  1. Viga tallada y bola de cañón, operarios de la empresa Derribos Navarro (Sergio Alcaraz Ivorra y Juanjo Navarro Climent) en el momento del hallazgo. 
  2. Planteamiento de los sondeos e inicio de las excavaciones. (maquinista Manolo Fernández Parra)
  3. Fosas tardorromanas S. VI d.C. 
  4. Imágenes de las piezas en laboratorio (jarritas, cazuela de barro y ánfora ebusitana). 
  5. Hallazgo cantarella S. XVII en el momento del hallazgo. 

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