Urbanismo quiere mejorar la estética urbana mediante el cerramiento y la limpieza de terrenos privados sin edificar.
En Sant Joan son muchos los solares que cuentan con un vallado inadecuado en donde la acumulación de brozas, maleza, matorrales y basuras proporciona un grave problema de seguridad y salubridad a los vecinos.
Es por ello que el área de Urbanismo ha elaborado una ordenanza que refuerza la obligatoriedad de mantenerlos en condiciones de seguridad, salubridad, ornato público y decoro. A partir de ahora, los propietarios deben mantener sus terrenos bajo unas condiciones mínimas de calidad cumpliendo con una serie de requisitos encaminados a mejorar la imagen del municipio y evitar la acumulación de basuras en su interior.
A través de este decreto se establece una serie de criterios según la clasificación del suelo, de su pertenencia a entornos de bienes catalogados o si están destinadas a la construcción. Por ejemplo, los propietarios con parcelas situadas entre edificaciones, tendrán que instalar cerramientos ciegos con una altura mínima de dos metros. Asimismo, quienes no tengan construcciones colindantes, deberán instalar vallas caladas con la parte inferior opaca de un máximo de un metro de alto.
La limpieza de las parcelas es otro de los puntos en los que desde Urbanismo se ha insistido a través este documento. Tanto los particulares como las empresas deberán mantenerlos libres de residuos, impedir el crecimiento excesivo de maleza y evitar la formación de charcos, ya que son un foco de proliferación de mosquitos.
Además, se tendrá que realizar desratizaciones y desinfecciones de forma periódica. Sergio Agueitos, responsable de Urbanismo, explica que el objetivo principal es “mejorar el aspecto urbano y acabar con la dejadez que presentan, una situación que provoca efectos negativos tanto para la salubridad pública como para la estética del municipio”.