Villa Rusia, Guerra Civil en Sant Joan d’Alacant. Fuentes para su estudio saca a la luz la gran cantidad de documentos que custodia el Archivo Municipal y reúne fotografías y testimonios de personas cuya niñez transcurrió en esa época, como Isidro Buades o Juan Gosálbez
Hace más de tres años el archivero municipal, Gaspar Belmonte, le propuso a la concejala de Cultura hacer algo para “poner en valor” la gran cantidad de documentación sobre los años de la guerra que conserva Sant Joan y facilitar su estudio a los historiadores. Clara Rodríguez se mostró entusiasmada con la idea. Por la oportunidad de darle visibilidad al Archivo, porque recuperar la memoria es fundamental para preservar la democracia y avanzar como sociedad y por la necesidad “de hacer justicia con las personas que narran, testimonian, cuentan y también con las que callaron en un olvido impuesto”.
Lo que siguió en los años siguientes fue un intenso trabajo impulsado por Rodríguez y liderado por Belmonte. Un proceso “muy participativo” en el que se han implicado otros archivos, Bibliotecas, colectivos como la Asociación Cultural Lloixa, la concejalía de Participación Ciudadana y su técnica Marta Cid y un nutrido número de vecinos y vecinas que han aportado fotografías y testimonios. Finalmente, el pasado viernes 3 de mayo se inauguró la exposición ‘Villa Rusia, Guerra Civil en Sant Joan d’Alacant. Fuentes para su estudio’, que permanecerá los próximos meses en la sala de exposiciones del Centro Cultural.
Un recorrido de 1936 a 1939
Mediante paneles y vitrinas, la exposición plantea un recorrido cronológico que confronta los documentos locales con los acontecimientos sucedidos a nivel nacional y provincial. “No relatamos qué pasó en Sant Joan, pero de alguna manera los documentos nos van poniendo los hechos delante”, detalla Belmonte. Así, con ‘Villa Rusia’ descubrimos el papel singular que jugó Sant Joan en los años de la guerra, un municipio inmerso en la huerta -y de poco más de 3.700 habitantes- que tuvo la capacidad de acoger a cerca de un millar de personas refugiadas. “Muchas fincas de la huerta fueron incautadas para convertirlas en colonias infantiles o para albergar a personal de aviación (…) hay documentación que demuestra que desde Alicante se le pedía a Sant Joan que priorizasen el cultivo de la huerta, porque había que abastecer a la ciudad”, explica el también comisario de la exposición. Se trata, en definitiva, de “hechos muy significativos que nos hablaban de una historia muy rica”.
Además, Villa Rusia presenta paneles temáticos dedicados a momentos clave como el saqueo de la Iglesia Parroquial de San Juan Bautista, el establecimiento de las colonias infantiles que acogieron a niños y niñas evacuados, las obras de traída de las aguas potables, la llegada de la División Littorio o la denominada columna del miedo. La muestra se acompaña de bibliografía y sobre todo de testimonios escritos y orales que aportan calor, contexto y matices a la aridez de las fuentes documentales.
La niñez en tiempo de guerra
El proyecto de recuperación de la memoria T’Estime Sant Joan de la concejalía de Participación Ciudadana, que también coordina Clara Rodríguez, organiza reuniones temáticas de forma periódica en la que la ciudadanía está invitada a aportar recuerdos, fotografías y documentos. De esta forma, relata Belmonte, “hemos ido localizando testimonio de personas que nos podían aportar bastante a la exposición” que “es muy bonita también porque recoge las voces de quienes eran niños entonces”.
Además de contar con estas aportaciones para los paneles y las vitrinas, Villa Rusia presenta un vídeo en el que participan Lola Rodríguez y Manolo Iborra, cuya niñez trascurrió en la Calle del Mar, Rafael Huertas, que fue uno de los niños exiliados en nuestro municipio, el recientemente fallecido Isidro Buades, que vivió la guerra en la Huerta de Alicante y fue durante muchos años cronista oficial de Sant Joan, Juan Gosálbez, que creció en la Plaza Maisonnave y fue alcalde del municipio, y Rafael Orts (yayo Rafael), cuya infancia transcurrió en la zona del Gualeró.
Una exposición que sale a la calle
La concejalía de Cultura también ha editado un mapa con los lugares que jugaron un papel destacado en Villa Rusia, como las fincas en las que se instalaron niños y niñas procedentes de toda España, donde estuvo el Hospital Militar de Aviación o los lugares en los que hubo checas.
El objetivo de la muestra es dar a conocer los acontecimientos de aquel tiempo convulso y ser un reconocimiento a quienes lo vivieron, a quienes defendieron los valores democráticos y de libertad y a quienes padecieron la posterior represión. Dada la fragilidad de la memoria y la eliminación de las huellas del pasado, Villa Rusia permanecerá abierta a añadir datos, documentos, recuerdos y testimonios de quienes la visiten.