Después de la tormenta llega la calma,… o casi.
A escasos meses de empezar con la construcción tan esperada del nuevo colegio Lo Romero, los rumores cogen cada vez más fuerza acerca del devenir de sus alumnos durante la “ destru- constru- cción “ del establecimiento.
Una preocupación cada vez más palpable en los famosos grupos de wathsapp de mamás y papás … Dónde se sentará mi hij@? Dónde comerán? Dónde jugarán?… En definitiva, en qué lugar tomará forma su educación dentro de los próximos meses ( o años, quién sabe?… )? Que si pasarán frío, que si calor, que si barracones, que si en el solar X o en el edificio Y… Y qué más dará??
Por qué ennegrecer una noticia tan colorida? Ya es primavera!
Parece inevitable buscar el lado negativo de las cosas. Pensemos que nuestros niños gozan de una educación pública de calidad, que tendrán un nuevo lugar donde ejercer ese derecho fundamental. Mientras que muchos otros niños, no tan lejos, se están muriendo a diario, de frío, calor, hambre, guerras … o en el mejor de los escenarios ensombrecidos, pasan por muchos obstáculos para recibir la tan preciada educación que les permitirá volar hacia un lugar más soleado.
Porque el fondo importa más que la forma. Porque el Mundo es más que nuestro querido pueblo, porque nuestros niños son afortunados, porque somos Humanos. Por eso y mucho más, pensemos en los demás!
Tenemos suerte, hablemos de ella!
Isa M.